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Anecdotario

Fela Kuti I

Conocí bien a la madre de Fela Kuti antes de que él existiera. En una época me reunía en Abeokuta (Nigeria) con un club de música clásica que estaba comenzando sus andaduras. Yo iba en calidad de asesor, y les conseguí algunas colecciones de músicos impresionistas, se mostraron muy agradecidos.

Entre los socios se encontraba Israel Oludoto, un buen pianista que posteriormente sería esposo de mi amiga Funmilayo. Ella era excepcional, una mujer luchadora como pocas que he conocido. En su voz había una fuerza, algo que rabiaba por dentro, según dicían provenía de su abuelo un gran luchador hijo de esclavos. Era increíble oir hablar a esta mujer sobre nuestro continente, un día le regalé un libro sobre poesía francesa y se alegró mucho. A través de la lectura ella encontraba un plácido lugar para reflexionar sobre sus ideas. Días más tarde me dijo que a cambio ella me regalaría Nigeria, y Mali y Africa entera, pero que para ello yo tendría que esperar. Desde entonces sólo volví a verla en la televisión, escuchar sus logros por la radio, leer alguna que otra noticia en la que ella estaba implicada...

La verdad es que no se equivocó cuando dijo aquellas palabras, gracias a ella puedo decir que soy un poco más dueño de mi país. Aunque a pesar de eso, habiendo vivido más de un siglo sigo viendo como injustamente mi voz es silenciada por el primer mundo. ¿Cuántas Funmilayo más tendrán que dedicar su vida entera a Africa?

Un día triste para la historia de la humanidad es el día que Funmilayo murió por culpa de soldados del estado represor de Nigeria. Que en una demostración de poder violaron, mataron, y destrozaron la aldea donde ella vivía. A ella la tiraron por una ventana días después después de tantísimos ataques en su vidad, murió.

 

 

Ransome-Kuti received the national honor of membership in the Order of Nigeria in 1965. T

Aprovechar, o Smowf (III)

Respetar que estas vivo, que tienes esa suerte, esa increíble casualidad que fue y que te hizo vivo. Y por otra parte además, para más suerte, eres consciente de tu existencia tienes que valorar esa increíble capacidad, ¡eres consciente de que estás vivo! tienes un nombre, una forma de caminar, y de respirar, incluso de girar tu cabeza. Eres único y lo sabes. Si sientes eso, tienes un compromiso con la Casualidad, o con Dios, o a lo que pienses que te ha hecho llegar hasta aquí, compromiso de vivir la vida. Vivir cada paso que das, cada nuevo paisaje que se muestra ante ti, no seas tonto, quita del medio todo aquello que te lo impide porque si no lo haces estás despreciando este momento que es lo único que existe para ti. Smowf el Día, o siéntelo, vívelo, saborealo. Carpe Diem. Es cansado, pero Carpe, Carpe. Smowf, Smowf...

Aprovechar, una palabra mal traducida (II)

Pero bueno, antes que nada ¿qué traducción es esa? o sea Carpe Diem, suena contundente y sutil, "Aprovecha el momento" es una boca de papa que dice a gritos fóllate a tu hermana si está buena. Propongo una nueva traducción Carpe, lo vamos a traducir en Smowf, mucho mejor, claro y rotundo, y por supuesto más elegante que aprovecha, y Diem me gusta tanto que lo dejaría así, pero no, la traducción al catellano es buena y suena igual de bien: Smowf Día.

Pero cuáles son los oscuros objetivos de aquel que dijo "ezo zihnifica aprochesha"... está claro que libertad fue muy bien traducido, después cogieron la palabra y dijeron, Neoliberal y con eso "sonó perfecta" y ya entendimos todos por qué la tradujeron tan bien y suena tan bonita. Entre la gente de la RAE debería de haber un Experto en Marketing que cambiase algunas palabras útiles que nadie utiliza por lo feas que son como aprovechar. Que sólo la estás diciendo y ya piensas que te van a engañar, que es va a aprovechar de ti. Carpe era mejor y su traducción literal al casteñano no tiene nada que ver con la famosa frase, pero ese es otro tema.

Propongo una revisión Estética de sus fonemas porque no me convence nada.

 

Aprovechar, una clase mal dada (I)

Mi profesora de literatura, esa es la culpable, esa y todos los profesores de literatura que no enseñan bien esa parte de la literatura. Lo recuerdo perfectamente "Carpe Diem" uno de los temas de la literatura, qué cabrones, y lo ponían junto a otros temas como el amor o, no sé, la muerte. Muy bien, perfecto, pero no nos dicen lo que significa, sólo hay que ser un profesor de verdad, es lo único que pido. Tenéis la posibilidad increíble, la excusa perfecta, no seáis necios y os apostilléis en vuestros sillones. Aprovechad el momento vosotros, que sois mayores, y sabéis qué es disfrutar de la vida, haced un esfuerzo por ser feliz para poder enseñarlo. No hacen falta muchas clases para enseñarlo, una vez mostrado es adictivo. No os preocupéis.

Pero mi profesor de ética, o de historia, o el mismo de matemáticas, podrían haber suplido ese fallo. Cómo puede ser que en un ideario de un instituto o un colegio no esté la norma clara: enseñar a los alumnos a vivir el momento y a saber apreciar todo lo que ocurre en su entorno.

Ni siquiera en esa patética película te quedas con el rollo, lo único que recuerdo es que todos los alumnos al final se ponen en pie encima de la mesa, "oh capitán mi capitán", anda y vete a tomar por culo.

Después están los que se han apropiado del tema, los "niñatos indeseable" (que por otra parte podrían ser perfectamente los alumnos de Oxford), que cuando salen por las noches se convierten en búfalos y les pegan patadas a los contenedores y así están aprovechando su vida, su día, o el momento. Error. Eso no es aprovechar.

 

Podría haber sido yo

El Observatorio ha recibido con muy grave preocupación informaciones de la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (LIMEDDH) sobre el asesinato de los Sres. Raúl Lucas Lucia y Manuel Ponce Rosas, respectivamente Presidente y Secretario de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco (OFPM)[1], quienes se encontraban desaparecidos desde el 13 de febrero de 2009, tras haber sido detenidos por presuntos agentes de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), en hechos ocurridos en el municipio de Ayutla de los Libres, Estado de Guerrero.

De acuerdo con las informaciones, los cuerpos sin vida fueron encontrados la noche del 20 de febrero de 2009 en las Cazuelas, municipio de Tecoanapa, dentro de la región de la Costa Chica de Guerrero. Los cadáveres se encontraron en bolsas de plástico, enterrados a unos 80 centímetros de profundidad y con claros signos de tortura. En el caso del Sr. Raúl Lucas, el cadáver presentaba un orificio de bala en la cabeza, mientras que en el caso del Sr. Manuel Ponce, su muerte podría haber sido por traumatismo craneoencefálico.

El Procurador General de Justicia del Estado de Guerrero, el Sr. Eduardo Murueta Urrutia declaró que los Sres. Raúl Lucas Lucia y Manuel Ponce Rosas habían sido “levantados”, lo que podría distraer la investigación y pretende justificar una ejecución extrajudicial. No obstante para los familiares, los miembros de la OFPM y el Centro de Derechos Humanos Tlachinollán, sus asesinatos vienen motivados por sus actividades como defensores de derechos humanos.

El Observatorio se une a la condena de estos asesinatos de los Sres. Raúl Lucas Lucia y Manuel Ponce Rosas expresada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a su solicitud de que se investiguen los hechos y se sancione a sus responsables[2]. El Observatorio teme que estos crímenes hayan sido motivados por las actividades de defensa de los derechos humanos de las poblaciones indígenas en el Estado de Guerrero de las dos víctimas, y por haber denunciado abusos y atropellos cometidos por miembros del ejército mexicano y por corporaciones policiales contra las comunidades na’savi (Mixtecos y Tlapanecos).

El Observatorio también manifiesta su seria preocupación por el permanente hostigamiento existente en contra de las organizaciones que promueven y defienden los derechos humanos de las poblaciones indígenas en el Estado de Guerrero y, a ese respecto señala con preocupación los actos de hostigamiento contra los miembros de la OFPM y de la Organización del Pueblo Indígena Me’phaa (OPIM)[3].

Antecedentes y contexto de la situación:

El 13 de febrero de 2009, hacia las 13h00 fueron detenidos los Sres. Raúl Lucas Lucia y Manuel Ponce Rosas, por tres individuos que se desplazaban en una camioneta negra, quienes, según las denuncias, no presentaron ninguna orden de aprehensión, y serían agentes de la PIM.

Según las denuncias, los hechos se presentaron cuando el Sr. Raúl Lucas Lucía se encontraba afuera de la escuela secundaria Plan de Ayutla, a un lado de la carretera que va de Cruz Grande a Tierra Colorada. Estando allí el Sr. Lucas Lucía pudo observar que un hombre se acercó al Sr. Manuel Ponce Rosas y lo amenazó con un arma, ante lo cual el Sr. Lucas Lucía reaccionó para defenderlo. En ese momento se acercaron los otros hombres y obligaron a los Sres. Ponce Rosas y Lucas Lucía a subirse al vehículo y se alejaron del lugar con rumbo desconocido.

Se ha informado que al presentar la denuncia por la desaparición de los Sres. Raúl Lucas Lucia y Manuel Ponce Rosas, el Sr. Erit Montúfar Mendoza, Director de la Policía Investigadora Ministerial, el Secretario de Seguridad y Protección Civil, el General Heriberto Salinas Altés, y el Sr. Armando García Rendón, Alcalde de Ayutla de los Libres, afirmaron que no habían sido informados de ninguna detención ese día, en ese sector.

Acción solicitada:

Favor escribir a las autoridades mexicanas urgiéndolas a:

i. tomar de manera inmediata las medidas apropiadas para garantizar la seguridad y la integridad física y psicológica de todos los miembros de la OFPM y de la OPIM, así como de todos los defensores de derechos humanos en el Estado de Guerrero y en México;

ii. realizar una investigación independiente, inmediata, exhaustiva e imparcial en torno al asesinato de los Sres. Raúl Lucas Lucia y Manuel Ponce Rosas, con el fin de identificar a los responsables, llevarlos ante un tribunal competente, independiente, justo e imparcial y aplicarles las sanciones penales y/o administrativas previstas por la ley;

iii. otorgar una adecuada reparación a la familia de los Sres. Raúl Lucas Lucia y Manuel Ponce Rosas;

iv. poner fin a todo tipo de hostigamiento en contra de los defensores de derechos humanos en México;

v. asegurar la aplicación de lo dispuesto por la Declaración sobre los defensores de los Derechos Humanos, adoptada por la Asamblea general de la ONU el 9 de diciembre de 1998, en particular en lo referente a la protección del Derecho de toda persona “individual o colectivamente, a promover y procurar la protección y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales en los planos nacional e internacional” (Art.1) y a “garantizar la protección [...] de toda persona, individual o colectivamente, frente a toda violencia, amenaza, represalia, discriminación, negativa de hecho o de derecho, presión o cualquier otra acción arbitraria resultante del ejercicio legítimo de los derechos mencionados en la presente Declaración” (Art. 12.2);

vi. de manera general, conformar sus acciones a lo dispuesto por los Pactos y Convenciones Internacionales ratificados por México.

Cientoventenario de Pessoa

A Pessoa no lo conocí, aunque quedé varias veces con él. Siempre llegaba tarde. Nació un 13 de Junio, como hoy a las 15:20 horas. El parto tuvo lugar en el cuarto izquierda del nº 4 del Largo de São Carlos, frente a la Ópera de Lisboa. No hubo complicaciones, no hubo operación. Triunfo lejano, en el recuerdo de aquel momento. Su muerte fue su nacimiento.

Escribió:

No hay tristezas
ni alegrías
en nuestra vida.
Sepamos así,
sabios incautos,
no vivirla,

pero recorrerla,
tranquilos, plácidos,
teniendo a los niños
por maestros nuestros,
...

Huelga de camiones

Esto de la huelga me recuerda hace ya bastante tiempo cuando se declaró una parecida en Chile. Por allí tenía amigas que lo pasaron muy mal. Fue justo después de la huelga cuando Pinochet bombardeó a la democracia con Allende dentro. Recuerdo que me contaban cómo iban a las casas y sacaban a las personas a rastras, y en la misma calle les pegaban un tiro. (Respetuosamente digo: imposible de imaginar lo que auqellas personas sentían).

"Según archivos desclasificados posteriormente por el gobierno de Estados Unidos, la CIA habría entregado apoyo, mediante la contratación de publicidad, a diarios opositores, como "El Mercurio" y a los promotores de un paro de camiones durante el mes de octubre de 1972, el que acaba con el ingreso de militares a los principales ministerios del país, formándose un "gabinete cívico-militar", donde el general Carlos Prats, comandante en jefe del ejército, asume como ministro del Interior."

Wikipedia

Entonces, como ahora, pensé en la importancia que tienen estas cosas para las personas. Y sin querer me viene la misma pregunta ingenua: qué ocurriría si los poetas dejaran de escribir (huelga poética), o los maestros dejarán de enseñar ni un día más.

HUELGA POÉTICA I

Cada segundo sería una losa de inseguridad que retumbaría en los espejos, en la memoria extraña. Los poetas, ridículos, se empaquetarían en sus casas para que la gente no se riera de ellos mientras paseasen por las calles. Por supuesto no tendría ninguna repercusión mediática. Bueno si. Quizá encajaría en algún chiste, en espacios de ocio o distracción televisiva. A los poetas se les caería el pelo, literalmente. Quedarían calvos y sin ninguna dignidad. Alguno, si acaso, se mantendría fiel a sus ideas, pero sus argumentaciones, sus declaraciones serían tan del mundo real que nadie pensaría que aquella persona fuera artista. Trece horas después, habrían pasado siglos enteros dentro de sus mentes, sus espejos se quebrarían, sus extrañas memorias. Y se desconvocaría la huelga. El chiste del piquete poeta quedaría para siempre en nuestra memoria colectiva.

HUELGA EDUCATIVA II

Si los maestros dejasen de enseñar, muy enfadados y con muchas reclamaciones, histéricos, sin ningún lugar en donde desahogarse, incomprendidos. Atónitos verían como los ignoran,... si los maestros dejasen de enseñar ¿qué cambiaría?

"En cualquier caso esta huelga de camiones ha movido a la panadera facha de aquel barrio de derechas y le come la cabeza a cualquiera que pase, porque para ella no es suficiente una casa en la capital y la otra en la playa."

El mundo revolucionario, Chile 1972.

Acerca de Silvio (II):
Cuba pintada por un niño

A estos músicos se les va la cabeza. Mientras tomábamos ese café, que por cierto había traído de Nicaragua, me mostró una anotación propia que decía así:

“Con las pocas personas que he hablado al respecto (Humberto y Lyen), ambos han remarcado el respeto que se le tiene en Cuba desde siempre, pero al parecer parte de éste se perdió cuando mandó callar al respetable en uno de sus últimos conciertos en La Habana, cuando los asistentes al evento coreaban las canciones; “o cantan ustedes o canto yo”, parece que dijo el reputado músico…
A ver si en los pocos días que quedan, recojo alguna impresión más.”
Diario de Viaje de Oicangy, Agosto del 2006

Sinceramente me pareció desconectado de mis anotaciones, pero sin duda sucedió así. Si sólo hubiese tenido esta referencia de Silvio no lo habría oído jamás. En ese momento me imaginé a Silvio pintando cuba de forma caprichosa e infantil.

Continuamos la conversación, de fondo sonaba rabo de nube (1978), el niño seguía pintando nubes a su alrededor. Un año después nacería Oicangy.

Acerca de Silvio (I):
Silvio por Fidel

Mi amigo Oicangy bailarín profesional del norte de Mali me comentó que su compañía iba a hacer una gira por México y el Caribe. Le comenté que estaba revisando mis apuntes sobre Silvio y le pedí que recabara información dentro del mundillo artístico. La gira duró varios meses pero en Cuba tan sólo estuvo una semana. A la vuelta, después de haber recibido excelentes críticas, quedamos en su casa para que me contara.

Primero me habló de la situación de Cuba, de Fidel, que por lo visto está enfermo (ni idea, con mi edad no me quedan más ganas de sabor a telediarios ni olor a periódicos). Me mostró un artículo del Granma, conmemorando el 80º aniversario de Fidel Castro en el que Silvio decía:

“Fidel es un hombre que merece respeto por la transformación que ha sido capaz de concebir y llevar a cabo. Es una persona que ha entregado a nuestro país cada segundo de su existencia. Es un extraño Presidente que no tiene ni un sólo dólar en banco extranjero.
Silvio Rodríguez.
Cantautor cubano.
Diario Reformas, México, 21 agosto 2003”.

La revolución comenzó en enero de 1959, Silvio tenía 12 años. En el 58 vivía en el 530 de la calle san Miguel:

“Recuerdo que jugábamos a los soldaditos, que ya eran de plástico entonces, y existían dos bandos: unos eran los rebeldes y otros los casquitos (soldados de Batista, designados así por el casco metálico que llevaban). Había un soldado que era el “Che” Guevara, otro se llamaba Fidel Castro…”.
Silvio Rodriguez.

Con dieciséis hizo un dibujo de Fidel vestido de militar, posteriormente sirvió en las brigadas de alfabetización en las montañas y en la costa, … recordé un artículo en el que Silvio organizó una revista de poesía en la que decía escribir desde la revolución. Silvio cree en la revolución a pesar de ser una persona muy crítica con ella y Fidel supone un eje fundamental en todo esto. ¿En qué discrepará con Castro?

- ¿Quieres un café?
Asentí con la cabeza, que poco a poco volvía a la realidad.

Allí Silvio (III):
La Habana

[~audición previa: Resumen de Noticias - Silvio Rodriguez]

La Habana lo recordaba por su vuelta a la música tradicional cubana. Me reuní allí con Víctor Casaus [1] y me contó cómo Silvió y él habían tenido vidas paralelas, también me dijo que en su vida (como en la mía) las canciones de Silvio iban tomando importancia a lo largo de la historia, cómo no dejaban de aportar nuevas ideas a nuestra vida contemporánea. Me habló de mujeres (no tanto como Luis [2]) y género, me habló de caridad y austeridad, me habló de muchos planteamientos que allí en la Habana se convertían en plata por la entonación de sus palabras.

Y la conversación se convirtió en paseo y entre las palabras que se enrollaban en el cargado ambiente como humo. Descubrí las calles de La Habana Vieja (yo ha había estado allí de pequeño, en mi memoria imaginaria).

Y Victor de poesía... e íbamos por el centro.
Y Victor de cine... y llegamos a Miramar y unas putas.
Y Victor de literatura... y yo no sé si estabamos en Cuba o en Las Vegas, pero Victor no dejaba de hablar porque ya concía Cuba y sabía de mundo, o al menos eso decía él.

_________

[1] Victor Casaus ***
[2] Luis Eduardo Rumbaut

Allí Silvio (II):
Playa Girón

El barco que nos trasladó tuvo que hacer un recorrido largo ya que aprovechaba el viaje para hacer algunos negocios. Estuvimos en playa Larga, en algunos puertos muy humildes o en la misma playa. Cuando pasamos por Bahía Cochinos pude percibir una increíble inestabilidad. Había leído que el 17 de Enero de 1961 hubo allí un gran desembarco, mil quinientos soldados, entre americanos y antiguos soldados del ejercito de Batista que en dos días fueron vencidos y encarcelados.

Ya en Paya Girón pude trabajar con gran intensidad, además de las baremaciones rutinarias tenía programada una entrevista con Juan Pedro Nelson, un superviviente del ataque de Playa Girón que posteriormente sería un alumno de Silvio, el cual sirvió en las Brigadas de Alfabetización, otra de las “batallas” impulsadas por el régimen de Fidel. Estuvo en distintos lugares: en las montañas, en el interior de Cuba, hasta que llegó a Cienfuegos donde conocería a Juan Pedro.

- Como maestro era un poco desoldenado- comentó Juan Pedro. Pero tenía chispa, se dejaba el alma en que conociéramos las letras y la gramática. Lo que mejol se le daba era explicalnos la historia. Todos esperábamos ese momento en el que nos contaba cómo un astronauta que se llamaba Yuri Gagarin salía al espacio exterior.-

Siguiendo mis anotaciones le pregunté sobre muchas cuestiones que me llevaran a determinar temas relacionados con la alquimia, otras preguntas más personales. Llegó un momento en el que me interrumpió y me dijo: -no creo que él quiera que le hagan santo, más bien creo que le enfadaría mucho- en ese segundo me quedé clavado en la silla, en aquel bohío el tiempo se paró un instante, y de la frente de ese viejo hombre brotó una gran gota de sudor que le recorrió todas las arrugas de su cara. Esbocé una sonrisa y empezó a reírse sonoramente. Esa noche extraje importantes conclusiones, pero sobre todo daría un gran giro a mi forma de continuar con esta investigación. A partir de ahora me relajaría un poco más y dejaría que todo fluyese con normalidad. (añado:) También leímos algo de Martí y cantamos algo de Silvio.

Allí Silvio (I):
La Isla de la Juventud

Una vez allí, los ruidos, los colores, las formas, los olores eran distintos y lo eran porque aún contenían el pavor de lo desconocido. En otra parte del mundo vendía frutas donde siempre y no percibía lo bien que está una dentro de su burbuja.

Me instalé en un hostal cercano al puerto, e intercambié las sonrisas y el dinero suficientes para contrarrestar calor y sueño con comida.
Proseguí con el ron.

Borracho tal vez oí música, y me dejé llevar por sus calles. Me quedé encerrado en un servicio-lavadora que giraba. Justo en el centrifugado se llenó de líquido esponjoso, y en ese momento, astronauta irreflexivo, una mariquita subió por mis piernas susurrando, por mi espalda hablando, y llegó a mi oído gritando y me dijo que allí, en la Isla de la Juventud, convirtieron la cárcel en una escuela.

Me despertó el vuelo implacable de un colibrí-desayuno que poco a poco fue convirtiéndose en el ruido, color y forma de ayer.

Mañana saldría para Playa Girón y no había tomado anotaciones suficientes.

Silvio de oidas (III)

El mar se convirtió en aliento y ruido de fondo constante durante todo el trayecto. En aquellos atardeceres infinitos me dio tiempo de conocer algunas rutinas marineras y colaboraba siempre que era necesario / entendí en qué consistían algunos de los procesos y hábitos pesqueros / conocí demandas, críticas y quejas de los trabajadores de aquella flota pesquera / sin embargo no hallé en ningún caso coincidencias o magia, acaso casualidad, no obstante azar prístino de suave amargor, de fotografía en sepia...

]ã./
ooo

Una noche mientras paseaba por la cubierta conocí a un anciano que decía llamarse Sindo Garay en ocasiones, Chico Buarque o Rosendo Ruiz. No dejaba de referirse a él mismo utilizando distintos nombres de la Vieja Trova que posteriormente fui registrando a medida que iba recordando la conversación. Fue una de estas ocasiones en las que te sientes incapaz de asumir tanto conocimiento sabio. Y entonces fue cuando comenzó a hablar de Silvio como si fuera un joven de veintipocos años, me dijo que con su voz "desgarrada, aguda, y sincera" era una joven promesa. También dijo que no se creía eso de que iba a escaparse, porque era de los que creían en "la revolución de todos los días, la de levantarse sin rostro de cuento y la de acostarse sin rostro de héroe" decía. Aproveché para hacerle algunas preguntas claves con el fin de conseguir pistas que me llevasen a considerar este caso como una investigación Musicoalquímica, sin embargo el anciano consideraba esas preguntas de poco interés y cambiaba siempre la conversación hacia otro tema. Cuando le pregunté "¿existe algo en Silvio que no sea creíble o antinatural?" me dijo: "-!ay! ’helmano’ qué cosas me dise usté, no quiero hablar de magia ¡si aún no lo conozco lo suficiente!-". Fue justo en ese momento cuando la conversación se vio interrumpida por el chasquido del mechero.

Una vez consumido casi en su totalidad me ofreció unas caladas y se alegró de que las rechazase.

A la mañana siguiente, cuatro meses después de zarpar, llegábamos a ’Isla de la Juventud’ y me despediría del motopesquero Noriga-Yalp con la sensación del que se dejó olvidado algo pero no recuerda qué.


Silvio de oidas (II)

A la vuelta del viaje [1] a Chile continué con mi trabajo. Todo era más real con ella a mi lado. Revisando mis cartas, agrupándolas, encontré una de Benedetti, que por el año 1991 ya era una antigüedad. El papel se encontraba seco y frágil, y en el texto hallé de nuevo una señal. En ella comentaba como en una noche cenando con unos amigos en Cuba aparecieron dos jóvenes. Mario explicaba como uno de los jóvenes llamado Pablo cantaba con solemnidad, el otro -decía, lo hacía con franqueza. Hasta entonces no había observado que efectivamente "el otro" era Silvio, aunque no quedara reflejado su nombre no cabía ninguna duda de que era él.

Mario no se equivocaba, -la señal es clara, - me dije- debo encontrarlo. Pero en esta ocasión lo haría desde un barco que zarpaba de las Palmas, y al comienzo de mi viaje [1] percibí un poder nunca antes hallado ãunque muchos hombres habían hablado de él en cientos de textos. Esto retrasó la partida ya que los ungüentos y preparos para aislar la sensación, el valor específico de aquel poder, la alquimia en definitiva de aquella emoción ocuparía tarea y tiempo. Trabajé duramente para partir lo más pronto posible, los resultados fueron determinantes aunque no serían útiles hasta mucho tiempo después.

También Banedetti nos habló [2] un día sobre la voz de Silvio, decía:

su voz no es cálida ni grave ni particularmente seductora, sino más bien aguda, de un timbre casi metálico y sin embargo frágil. Al escucharlo, uno llega a temer que en cualquier momento se le quiebre, y ese riesgo ( que en su caso no es deliberadamente buscado sino más bien lo asume como algo irremediable) también forma parte de su extraño atractivo. [...] Quizá el secreto resida en que siempre transmite una gran sinceridad [...]

Una vez terminadas todas las comprobaciones zarpamos en el Noriga-Yalp, un motopesquero, mientras oía en mi reproductor de e-me-pe-trés ’La era está pariendo un corazón’. En ese momento sentí que estaba huyendo de algo.

___________

1. ’Al final de este viaje’, una canción.
2. Silvio por Benedetti .

Silvio de oidas (I)

[~audición previa a la lectura ]

Había escuchado algo sobre un joven que hacía cosas por Cuba, algo que atraía mi atención porque era música, alquimia y palabra. Decían que cuando hablaba se mostraba con unas sencillas formas pero que a pesar de eso en el tono de su voz había algo mágico. Así que no lo dudé dos veces y cogí el primer avión que me llevara a Chile.

Allí lo conocí, en un concierto multitudinario que haría que aquel continente estuviera formado por algo más que ciudadanos norteamericanos. Venía conmigo Pablo Espínola Ahmat, un musicólogo español muy amigo mio que deseaba conocer a Silvio. A tan sólo cinco minutos de estar allí, Pablo se volvió con lágrimas en sus ojos y dijo aquello de "...un pueblo olvidado este. Tanta gente aquí que existe, gente como tú y como yo... ¿ese abrazo nos corresponde recibirlo también a nosotros?".

Yo sinceramene no supe qué decirle, pero creo que entendió que nunca se podría devolver todo aquello que se les había arrebatado.

Oí muchas de sus canciones pero nada indicaba que hubiese alquimia en todo esto. Mientras escuchaba una canción llamada "Nuestro tema" observé que ahí abajo, justo en frente de mis zapatos había curiosamente una tortuga. Esto me recordó estrepitosamente a aquella historia que me contó mi compañero Richard. Seguí las instrucciones que entonces me indicó: -si-gue-a-la-tor-tu-ga...- Esta canción se convirtió entonces en un tunel, un camino que existía a medida que seguía su rastro.

La canción iba culminando y a su vez el camino se desvanecía; claro, yo estaba guiándome por la música, siguiendo cabizbajo a una tortuga, no sabía dónde me encontraba, así que levanté la cabeza, y Silvio en ese momento terminó de cantar. Mala suerte tuve, ya que choqué en pleno silencio con Na-lü (aunque en ese momento desconocía por completo su identidad) armando un gran escándalo, pero ella me besó, me cogió de la mano, y terminamos de ver el concierto juntos.

Más tarde revisando mis apuntes descarté que aquello fuera magia o alquimia, no correspondía con ninguno de los cánones establecidos. Lo más extraño fue que al conseguir la grabación de aquel concierto, descubrí que aquella canción no aparecía. Curioso, ¿verdad?.

El naufrago

Conocí a un individuo que se llevó treinta y cinco años en una isla cercana a Trinidad. Lo rescatataron y un día quedé con él para hacer una investigación sobre música, ya que no la había oído desde hacía mucho.

El primer día quedamos en la cafetería del parque y observé que no me atendía, se desconcentraba, le pregunté qué pasaba, y me consestó que no se enteraba con la conversación de los árboles. No logré entender esa afirmación hasta días después cuando le hice escuchar el Requiem de Mozart y murió con una sonrisa en su cara. La policía no pudo demostrar que yo había asesinado a ese señor.

Sinceramente me sentó muy mal que se me muriera en medio de la investigación, pero ¿hasta cuánto podría estar preparado para esta situación? 

En casa de Salif (III)

Aquella tarde había sido un poco más festera de lo que es habitual. En su casa habíamos bebido un licor que en secreto había comprado en el mercado, sinceramente estaba especialmente fuerte. Además, algunos amigos se habían unido a la fiesta, allí estaba Sissoko, Samake y Adama Kouyaté, todos al son de Salif.

Fue por la noche cuando lo descubrí levitando. Tocando el ngoni y cantando se había transformado en el hechicero que conocí a la entrada de su casa.

Cerré los ojos y me dejé llevar por esa amalgama de sensaciones que a mi edad, por otra parte, conllevarían aseguradas consecuencias a corto plazo. Recuerdo que decidí aprovechar ese cálido momento pasara lo que pasara. Son esas ocasiones en las que egoístamente no te importaría dejar de vivir.

Malí, país vecino del mío, no sería el mismo desde entonces.

Salif Keita (II)

En su casa no estuvimos mucho tiempo, sólo el que nos dio para tomarnos un té templado y recoger algunas cosas. Después Salif me llevó por la ciudad, de un lado a otro riendo un poco de felicidad y otro por la sensación de los porros que se fumaba cada vez que nos parábamos a hablar con alguien. En Moffou, un bar que tiene en el centro estuvimos además de copas. Salif a pesar de todo se mostraba muy tranquilo y risueño, sobre todo risueño. Hablaba sobre Bob y Paul, y muchos otros que conocía él, y yo de nada... (gracias).

...la conversación nos llevó hasta el mercado de Bamako. Precioso y colorido, aunque digámoslo todo un poco pestilente. Allí hizo unas compras un tanto secretas (ni yo supe qué fue lo que compró, aunque pronto lo comprobaría).

De nuevo en su casa me habló del respeto que debemos tener hacia nosotros mismos para poder respetar a los demás.
-Casi no me atrevo a contradecirte- le dije, -pero he de recordarte que las personas que más se preocupan de sí mismas acaban siendo las que menos respetan a los demás.-
-En mi casa siempre hemos dicho que hay dos tipos de respeto, el de los listos y el de los nobles.- Me contestó.
-¿Y cuál es la diferencia?.-
-Amigo mío, los listos sólo respetan al señor dinero.

En ese mismo momento recordé que hacía poco me habló de que "en su casa había dos tipos de ricos y muchos tipos de pobres". Así que me reí mucho cuando descubrí el misterioso secreto que se hallaba en el recurso. Él rió conmigo pero creó que no se dio cuenta de que nos reíamos de cosas distintas (..., y digo cosas por no decir intervención).

Visita a Salif Keita

En realidad lo comprendí todo al verlo en su casa, y es que hay muchos países aún en África que consideran ser albino un estigma de magia, y por eso, para muchos es motivo de desgracia. Para personas así, marginadas por la sociedad, existe un dolor que por alguna parte sale, la libido la llaman los europeos. A Salif el duende le salió por la música, y el dolor de si mismo y el de su tierra le desgarró garganta y manos. Así toca y canta desde entonces, como un verdadero hechicero. Aunque sentado en el suelo de la calle, justo en la puerta de entrada a su casa, no parecía más que un mendigo pidiendo. Yo saludé con la cabeza. Me miró a los ojos y con voz de mujer me preguntó:
- ¿Bahú?.
Yo Asentí.
-Salam malecún.

La casa sin Na-lü

Hoy aún recuerdo a Nah-Lü, tantos años conmigo. Las personas nos hacemos adictos de lo que sea incluso de otras personas. Durante años le surgieron neuras diversas como barrer y limpiar el salón para arreglar su vida, ordenar una por una las camisetas y camisas dispuestas posteriormente en un orden prefijado que aparentemente lo hacía todo más práctico (si no fuera porque tardaba unas tres horas en ordenar), esto le hacía sentirse en paz.
Ella hacía ruido, sonaban los platos y el agua, hacia sonar fuertemente cepillos y dientes, caminar y colocar, descolocar mis cosas. Y entonces había momentos en los que me fastidiaba, curioso quizá que lo recuerde con añoranza. Ella ocupó mi vida de carcajadas o caricias, de siestas al mediodía, de orden frenético, y no recuerdo ni una sensación desagradable de todo aquello. Como una buena hoja de coca, me quedó el buen sabor y no la resaca.