Blogia
Trepárboles

Anecdotario

Visita a Sennik (II)

Sobre la mesa aún quedaba pan del día anterior, junto a éste otro caliente recién salido del horno. Sennik que en esta ocasión era nuestro anfitrión cogió el pan duro y lo cortó en rebanadas muy finas, y a todos los invitados, artistas destacados de la época, les dio sendas onzas.
Nos llevamos hablando hasta la hora del té.
~
Cuando ya estábamos cogiendo los abrigos para salir por aquella puerta que dejaba pasar una luz fría, algunos de nosotros preguntó: -¿no te pareció descortés ofrecernos aquel pan del día anterior?-. A lo que Sennik contestó: -no hay mejor honor que ofrecerle a tus amigos el más sentido de los valores: la austeridad, y con orgullo muestro que no tiro ninguna comida-, y añadió: -qué mejor momento que mostrarlo que cuando te encuentras rodeado de gente tan importante -.
Sennik siempre fue muy conservador en sus palabras y muy poco en sus acciones.

Visita a Sennik (II)

Sobre la mesa aún quedaba pan del día anterior, junto a éste otro caliente recién salido del horno. Sennik que en esta ocasión era nuestro anfitrión cogió el pan duro y lo cortó en rebanadas muy finas, y a todos los invitados, artistas destacados de la época, les dio sendas onzas.
Nos llevamos hablando hasta la hora del té.
~
Cuando ya estábamos cogiendo los abrigos para salir por aquella puerta que dejaba pasar una luz fría, algunos de nosotros preguntó: -¿no te pareció descortés ofrecernos aquel pan del día anterior?-. A lo que Sennik contestó: -no hay mejor honor que ofrecerle a tus amigos el más sentido de los valores: la austeridad, y con orgullo muestro que no tiro ninguna comida-, y añadió: -qué mejor momento que mostrarlo que cuando te encuentras rodeado de gente tan importante -.
Sennik siempre fue muy conservador en sus palabras y muy poco en sus acciones.

Visita a Kodaly

Una vez nos encontramos en unas conferencias en Budapest, fuimos a su pueblo, Kecskemet. Allí me presentó a su madre una mujer increíble, su padre era jefe de ferrocarril y estaba trabajando. Ella vivía en silencio pero no era una mujer sombría sino llena de alegría. No me extrañó nada que desde aquel silencio Zoltan creara tan maravillosas obras. Él mismo dijo en alguna ocasión cuando le preguntaron sobre cuándo debe iniciarse la educación musical a lo que respondió:

Hace algún tiempo me hicieron esta misma pregunta, y respondí que, nueve meses antes del nacimiento; ahora le diré que, nueve meses antes del nacimiento de la madre"


Me habló durante bastante rato sobre su país con ese genio que tanto le caracterizaba y de cómo había que preservar las tradiciones. Entre gritos y risas le pregunté ¿qué pensaba si el día de mañana sólo existiese un sólo mundo globalizado? Le comenté que existían teorías sobre la idea de aunar el mundo en una sóla forma de vivir la vida. Kodaly me contestó muy serio: -Yo vivo mi vida a mi modo y no creo que haya nadie que pueda variar esto, pero tan sólo soy un mçusico que trata de vivir en paz."

Recuerdo infantil (1)

Aún recuerdo los nombres que les pusimos a cada uno de los árboles de aquella zona donde solíamos jugar de pequeños. Junto al lago aquel inventamos ser personas que no éramos: un hechicero, tu padre, el vendedor de tabaco, ...
Recuerdo también cómo nuestros padres nos advertían de los hipopótamos, y también todas aquellas canciones que aprendimos juntos.
Después de ciento cuarenta y tres años recuerdo bastante... pero he olvidado tu nombre.