Aprovechar, una clase mal dada (I)
Mi profesora de literatura, esa es la culpable, esa y todos los profesores de literatura que no enseñan bien esa parte de la literatura. Lo recuerdo perfectamente "Carpe Diem" uno de los temas de la literatura, qué cabrones, y lo ponían junto a otros temas como el amor o, no sé, la muerte. Muy bien, perfecto, pero no nos dicen lo que significa, sólo hay que ser un profesor de verdad, es lo único que pido. Tenéis la posibilidad increíble, la excusa perfecta, no seáis necios y os apostilléis en vuestros sillones. Aprovechad el momento vosotros, que sois mayores, y sabéis qué es disfrutar de la vida, haced un esfuerzo por ser feliz para poder enseñarlo. No hacen falta muchas clases para enseñarlo, una vez mostrado es adictivo. No os preocupéis.
Pero mi profesor de ética, o de historia, o el mismo de matemáticas, podrían haber suplido ese fallo. Cómo puede ser que en un ideario de un instituto o un colegio no esté la norma clara: enseñar a los alumnos a vivir el momento y a saber apreciar todo lo que ocurre en su entorno.
Ni siquiera en esa patética película te quedas con el rollo, lo único que recuerdo es que todos los alumnos al final se ponen en pie encima de la mesa, "oh capitán mi capitán", anda y vete a tomar por culo.
Después están los que se han apropiado del tema, los "niñatos indeseable" (que por otra parte podrían ser perfectamente los alumnos de Oxford), que cuando salen por las noches se convierten en búfalos y les pegan patadas a los contenedores y así están aprovechando su vida, su día, o el momento. Error. Eso no es aprovechar.
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